miércoles, 6 de noviembre de 2013

La inevitable soledad de un hombre armado. Capítulo 19

Hoy es mucho peor. Además de las voces notó un persistente zumbido en la cabeza. Cada vez que cierro los ojos aparecen extrañas visiones en mi mente. Paisajes irreconocibles, como sacados de un videojuego. Colores y olores que no puedo clasificar. Noto incluso el viento en mi cara. Pero no estoy allí, sólo soy una presencia. Alguien que vigila desde una forma astral. Ahora sí estoy asustado. Empieza a ser inevitable hablar con Carla de este asunto. Pero no quiero que me obligue a ir al médico. Está claro que si todo esto es fruto de un tumor cerebral, de esta no salgo y no quiero pasar el resto de mis días en un frío hospital, con la cabeza grapada. Y por el otro lado, si esto es realmente lo que parece, el médico va a creer que estoy loco y me pasaré el resto de mis días drogado y zombie. De lo único que estoy seguro es de que Carla no va a creer una palabra. 

No hay comentarios: