Entro en el viejo nuevo edifício. Bajo
por la escalera hacia arriba y llego a una estancia claroscura.
Torridamente helado por la fría calidez de la estancia, me debato
entre permanecer en movimiento o dinámicamente paralizado. Entonces
lo veo. Desde dentro de la caja me observa externo. El gato-perro
arteroscopicobidicotomiziático me mira y no. Le ignoro mirándole
fijamente y entonces lo veo sin darme cuenta. Él se apercibe
inconscientemente y profierie un agudo y sordo ladramaullido ante mi
perturbada y serena mirada. Es entonces cuando, meditadamente sin
pensarlo, orina una hez sobre un papel de plástico en el que se
hallan escritas las siguientes palabras: “Estoy vivo y muerto a la
vez”. La Gárgola hipogrifa a ras de techo contempla la escena y
sonríe lastimosa.
Ante tamaño disparate, reacciono
resumiendo mi desquiciada cordura en la siguiente expresión:
“Bueno, venga, vale – bueno, venga, vale – bueno, vale, venga”.
Mr. X / X .rM
En Eurasia a Ayer de Hoy de -dosmil mañana.
Ps: La anterior escena ha tenido
lugar en una casa de arquitectura gaudiniano-daliniana de mobiliario
hipercúbico.
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