viernes, 30 de noviembre de 2012

Mundo freak: capítulo 2-3

- ¿Cual es su camino? ¿Hasta donde pretende llegar? - volvió a decir Zacarías. - disculpe mis pobres respuestas caballero, pero no tengo ni la menor idea de donde, cuando, ni como.- respondió hombre Pollo. - desde hace unos meses, todo es desconocido. No reconozco olores ni sabores, no tengo más memoria que los recuerdos que conservo de este extraño mundo. Tenía la esperanza de que usted pudiera darme algún tipo de respuesta a esas mismas preguntas.- siguió.
Zacarías lío otro cigarro y se lo ofreció al hombre Pollo. - sabe usted? Nunca antes había fumado, pero, ¡Que demonios! Si tengo que acostumbrarme a este nuevo mundo de locos, lo mejor es que mi vida sea totalmente diferente.- El hombre Pollo encendió torpemente el cigarro y como todos aquellos que inhalan el humo por primera vez soltó un tosido que retumbó en todo el valle. - uf, ¿quiere que le confiese una cosa? La verdad es que me parece una estúpida manera de castigar al cuerpo.- El hombre Pollo le dio otra calada, esta vez, con más estilo. Y soltó el humo de un tirón, sin toser. - pero creo que mi cuerpo tendrá que acostumbrarse. ¡Salud!- dijo alzando la petaca.
Zacarías soltó una carcajada. Sus pulmones parecían abrirse por primera vez. La risa dio paso a un fuerte tosido. Zacarías escupió en el suelo y el hombre pollo dijo: - se acabo el juego hermano. Jajajajaja - y los dos siguieron riendo y bebiendo hasta que las llamas de la hoguera se convirtieron en brasas.

A la mañana siguiente, el hombre Pollo estaba recogiendo sus cosas cuando se despertó Zacarías. Tenía la mirada perdida en el horizonte, buscando algo más que una bonita vista. - si quiere un poco más de licor, se lo daré encantado.- le dijo El hombre Pollo. - es muy posible que nos volvamos a ver en algún lugar de este extraño mundo. Nunca hubiera imaginado que llegaría a conocerle, así que siempre existirá la posibilidad de volver a encontrarnos.- Zacarías estaba se estaba calzando sus viejas botas mientras escuchaba. Solo esperaba a que El hombre Pollo acabara de hablar. Tenía muy claro lo que le iba a decir. Estaba claro que, aún sin quererlo, se habían convertido en compañeros de viaje. Un viaje a ninguna parte en ningún lugar.
- No se si me arrepentiré de lo que quiero proponerle, pero ahora mismo, no lo veo un problema. Es decir, si usted está de acuerdo, me gustaría que recorriéramos juntos el camino.- le dijo Zacarías al hombre Pollo. - Sin ánimo de parecer demasiado exultante, mi respuesta es ¡sí! ¡Demonios, sí!- le respondió el hombre Pollo mientras estrechaban sus manos.

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