Mundo Freak: capítulo 2

Seguro que está hambriento.- dijo El hombre Pollo.
- puede comer cuanto quiera.- Zacarías no respondió, se limitó a observar al Hombre Pollo. De su vieja mochila sacó una pequeña bolsa de piel. Con cuidado la escudriño y extrajo algo de tabaco seco. Con la maestría que dan los años, se lío un cigarro en un suspiros. Con una de las ramas incandescentes lo encendió y después de una onda calada le dijo al hombre Pollo: -este camino es muy peligroso para alguien como usted, pero si está aquí, seguro que hay una razón, y no soy un hombre desconsiderado. Con gusto probaré un bocado de su suculento obsequio.- y después usted y yo tenemos que hablar.- El hombre Pollo cortó un buen trozo de animal, con la piel bien dorada por el fuego, tierno y jugoso por dentro. Había cuidado con mucho mimo ese suculento manjar. Bien sazonado con algunas especias que El hombre Pollo llevaba siempre consigo; ya que aun siendo un pobre hombre, consideraba que en cualquier parte del mundo, en cualquier momento, la comida siempre era lo mas importante. Así, antes de continuar hablando, probaron ese bocado tan apetitoso.
Zacarías no sabía cuanto tiempo llevaba sin comer algo caliente. Durante el viaje se había alimentado de pequeños reptiles y algún insecto. Pero solo bajo la premisa de sobrevivir y no perder tiempo. No sabía sus límites. Por eso devoró con ansia cada milímetro de la jugosa carne que había cocinado El hombre Pollo.
Una vez acabado de comer, El hombre Pollo le ofreció un trago de su aguardiente personal. Un brebaje que haría saltar las lágrimas al mismísimo Baco. Destilado con plantas del inframundo, que un día ganó en una timba ilegal de brisca. Zacarías bebió sin más problema. Y eso esbozó una sonrisa en el rostro del hombre Pollo.
- y bien? ¿Como ha llegado hasta aquí?.- preguntó Zacarías. - Sinceramente, no lo se.- contesto El hombre Pollo. Zacarías buscaba la pregunta que le diera una respuesta que le sirviera de algo. No le resultaba fácil mantener una conversación pero aquél personaje le intrigaba demasiado. Le resultaba extrañamente familiar. Y no conseguía saber de que. Nunca se había relacionado con ningún hombre pollo, pero tampoco recordaba haber estado nunca en Mundo freak. Y sin embargo, allí estaba, bebiendo y comiendo con aquel ser.