jueves, 25 de junio de 2015

NOIR II

Los primeros días fueron largos y tediosos. Calahan intentó hacerse "el jefe" conmigo, pero esa técnica nunca funciona. Lo que yo quería era un trabajo. Algo que me pague el whisky y el tabaco y compañía ocasional; y si puedo desfogar mi ira crónica de vez en cuando mucho mejor. Al no poder entrar en las policía y tener fobia al ejército, creí que detective era una buena opción. 
Ahora lo que tenía era una oficina sucia y pequeña y un socio pesado que no dejaba de decirme lo que debo o no debo hacer. Así que, por primera vez en mi vida, decidí tomármelo con calma y esperé a ese gran caso del que siempre hablaba Calahan. "Es la esperanza del detective" decía; "¿como crees que podemos aguantar esta mierda?" Tenía toda la razón. Deambulando por los peores barrios de las peores ciudades; haciendo tratos con la peor calaña; haciendo guiños al diablo en cada trato. Pensándolo bien, quizá no estuviera tan mal, al menos al principio. Después la cosa se complicó, demasiado...

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