lunes, 28 de octubre de 2013

La inevitable soledad de un hombre armado. Capítulo 14

Contra todo pronóstico, la cita fue genial. Hacía tiempo que no disfrutaba con la compañía de otra persona. Risas, confidencias, muestras de cariño... Todo perfecto.
Me llevó a su casa a "tomar la penúltima". Hicimos el amor durante horas, o eso me lo pareció a mi. Me desperté a su lado sin la necesidad de huir. Me preparó el mejor café que había tomado en mi vida. De había parado el tiempo y por una vez no estaba atrapado en una pesadilla. Han pasado dos días y aún nos enviamos mensajes. Los míos son más comedidos, no quiero mostrar lo evidente. Me he enamorado como un teenager. Carla. Mi nueva única amiga. Mi primer amor. 

No hay comentarios: