viernes, 4 de junio de 2010

Viejos tiempos:

Parece que fue ayer cuando encargábamos Don Perignon para las inauguraciones, que no botaduras, pues si hubiésemos tenido más de éstas, mejor nos hubiera ido.
Parece que fue ayer cuando se reproducían las obras públicas por doquier. Los faraones soterraban autopistas enteras mientras los conductores nos quejábamos por los rallys resultantes de tamaños importunos. Los túneles de alta velocidad se hacían con sacacorchos para las líneas que estaban proyectadas con destino a las puertas de todas las casas de España. Los gobiernos de derecha bajaban impuestos a razón de tres bajadas por minuto y los de izquierdas nos regalaban panes que pudiésemos insertar en el sobaco de nuestros churumbeles a la puerta de las maternidades mientras los jubilados gozaban de mejoradas pensiones después de su merecida prejubilación a los 55.
Parece que fue ayer cuando las crisis duraban uno o dos añitos y los ladrones tenían algo siempre que robar en otra casa que no era la nuestra.
Parece que fue ayer cuando al otro lado del Atlántico, bailaban la macarena mientras subían las acciones de las empresas Nasdaq. ¿Te acuerdas?
Parece que fue ayer cuando atábamos los perros con longaniza y a los periquitos los perfumábamos con Chanel.
Parece que fue ayer cuando nos quejábamos de que todos se estaban forrando menos nosotros. Espera... ahora seguimos sin forrarnos!
Un consejo para los tiempos que corren:

¡Al lorito y que no te roben la cartera!

Y ahora, momentos musicales.



Mr.X. Comiendo palomitas y viendo el espectáculo.

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