miércoles, 6 de febrero de 2008

C´on Jamón! (Texto surrealista)

El otro día estaba tan triste que se me gangrenó una pierna y no tuve más remedio que amputármela y colgarla en la cocina. Teniendo en cuenta lo caros que van los jamones, decidí salarla y curarla, de manera que la tristeza pasó. Me quedé con hambre después de tales remedios y me decidí a probar el jamonamen. Nunca pensé que estaría tan malo y tampoco pensé en que me pudiera llegar a producir efectos alucinógeno-estimulantes. Ocurrió que, tras comer la primera loncha, sentí la necesidad de gritarle a la chaise-long de la salita. Le grité e insulté tanto que se convirtió en un enano rojo con cara de diablo que me sedujo para que comiese una segunda loncha. Así lo hice y de repente todos los muebles de la sala se convirtieron en animales de diferentes especies, todos ellos pidiendo con su cara lasciva que repitiese la experiencia.
A la tercera loncha apareció un piano de cola con patas de león aporreando a un gato siamés y cantando la internacional. Llegado ese punto, todos los personajes del salón dejaron de pedir más y se quedaron callados con cara de pánico al ver que yo iba a por una cuarta loncha. Sin hacer caso a sus miedos, me atreví con ella.
Fue entonces cuando apareció Dios en mi salón. Venía quejándose de lo caros que son los taxis y hablando mal de un tal San Agaputo. Dios vestía un elegante vestido en tul blanco y unos zapatos de tacón de aguja de acero en cuyas agujas llevaba espetadas varias cucarachas del mejor gusto. Fue entonces cuando me hizo la siguiente revelación:

"Upeb uv wjeb ibt ftqfsbep ibtub bipsb qbsb tbcfs fm tfñujep ef uv wjeb. Tjñ fncbshp, fm tfñujep ef uv wjeb ñp ft tjñp ibmmbs fm tfñujep ef uv wjeb. Bipsb rvf zb mp tbcft, uv wjeb zb ñp ujfñf tfñujep, qps mp rvf efcft efdjejs tj rvjfsft npsjs bipsb p tj rvjfsft rvf cpssf ef uv nfnpsjb ftvb ftdfñb z tfhvjs wjwjfñep”

Lo último que recuerdo es esta sucesión de sonidos sin sentido que por alguna razón en su momento si que entendí. También recuerdo haber respondido a una pregunta de la que ahora no consigo acordarme. Sólo sé que fue una respuesta cobarde.

Decidí después deshacerme del jamón, pensando que todo había sido una alucinación causada por el mal estado del pernil en cuestión. Sin embargo, apareció luego el diablo y me dijo:

¿Quieres que te cante una canción?

Los Planetas – La Caja del Diablo.


Mr.X. Más allá del bien y del mal.

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