lunes, 14 de enero de 2008

Heaven is downstairs.

Ya estoy aquí. Toda una vida para llegar al lugar al que nunca creí que llegaría y finalmente, es hoy. El camino me ha dejado lleno de llagas. No sé si estoy preparado para rebasar las puertas del cielo. Un cielo oscuro, un cielo difícil al que se accede bajando una simple escalera como quien desciende a los infiernos. Esta vez ya no tengo miedo.
En las puertas los guardianes negros me observan como si me hubiera equivocado, pero me dejan pasar luego con aire de gendarmes despistados.
Hallo una cola, dejo mi escudo y en seguida estoy rodando hacia abajo por una escalera invertida que me lleva hacia arriba.
¿Qué es el cielo? Es uno mismo. Es sudor frío. Es lluvia esparcida en gotas idénticas. Es el miedo conocido a lo ajeno que es lo propio, pero con sabor a nada. Es instinto. Son 2.000 neuronas aisladas que forman un solo cerebro en una copa de licor. Son 2 ejércitos en el mismo bando. En definitiva: es la sensación que deja la amarga y a la vez dulce satisfacción de llegar allí donde sabes que hace años que te esperan. Es la incómoda comodidad de haber llegado al punto de partida.
Cuando salí del trance, entré de nuevo en la realidad mas sabiendo esta vez distinguir perfectamente y por primera vez en la vida, lo que es real y lo que no. La diferencia entre “salida” y “punto de partida”, entre paranoia y realidad.
La vida empieza hoy.

Mr.X. and a happy new year.

Segunda-feira, 14 de Janeiro 2008.

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