La inevitable soledad de un hombre armado. Capítulo 11

Otra pesadilla. Y esta vez tan recurrente que hasta me avergüenza. Desnudo? Delante de mi clase de EGB? Vamos hombre! Tu puedes hacerlo mucho mejor! Parece que mi dieta a base de proteínas está debilitando mi mente. El duro entrenamiento que sigo no me deja fuerzas para mucho más que comer y dormir. Ahora me despierto dos o tres veces por noche, sudando y desorientado. A veces incluso no puedo volver a dormir y me pongo a hacer más ejercicio. La verdad es que, por otra parte, nunca había tenido un cuerpo tan depurado y en forma. Pero como los que dedican todo su tiempo a su imagen en el espejo, he dejado a un lado la lectura, el cine, la música... Y eso si que lo noto, estoy perdiendo agilidad mental. Y no me gusta. Así que voy a cambiar. Esta noche iré al cine a ver una buena película. Una de esas en las que el protagonista pasa por un sinfín de aventuras. Una de esas con final feliz.