Hay una mirada mía en aquella lejana
playa.
Hay un corazón mío en aquel mar.
Hay mucho yo en otra vida.
Otro ego mío que desear.
Una autopista que me aguarda y que no me
verá pasar.
Un corazón con niebla espera a que
vuelva ya.
Un móvil roto que ya no me oye gritar.
Sufrimiento con final banal.
Hay una cuenta en restaurante sin
pagar.
Hay un pecado mío en cierto bar.
Hay un hotel al que nunca he ido.
Tarda mi vida en regresar a tal.
Mucha saliva mía en aquel micrófono.
Muchas canciones sin cantar.
Mucho dolor contenido.
Mudo soy, pero hablo más.
Este pellejo no es de mi ralea.
No es de mi raza este porfiar.
Me quema vivo la mala espera.
No quiero esto, quiero vibrar.
No digo nada. No espero más. Espero
que vuelva el río atrás.
Le grito a cronos. Insulto al azar.
Imploro a un espejismo que nunca volverá.
Mr. X. Se quedó allí.
En Barcelona, a Frustrante Presente de
Capicua.
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