jueves, 27 de agosto de 2009

Larga vida al rock & roll en la pista de baile

Rolling Stones, Led Zeppelin, Guns & Roses, Hendrix, Joplin... Las grandes estrellas del rock y su extremo estilo de vida. Drogas, sexo, alcohol, la música del diablo la han llamado. Finales prematuros y terribles, victimas de la juventud y el deseo de encontrar su sitio en una tierra que les trataba como dioses, cuando no eran más que asustados mortales...

Nada de eso ha cambiado. Ahora los nuevos ídolos han mutado y han transformado las guitarras en llamas por las mesas de mezclas. Los pinchadiscos son los nuevos encargados de dejar en trance a las masas.


Nombres como 2manyDjs, Justice, Daft punk o Chemical Brothers han convertido las pistas de baile en el nuevo templo de dionisio, en el lugar donde el éxtasis se comprime en pequeñas dosis, en una zona de liberación mental para los esclavos de la rutina.


No puedo dejar de comparar las imágenes del viejo y mítico festival de woodstock con una noche cualquiera en cualquier discoteca de Ibiza, Londres o Barcelona. Son los mismos bailes espasmódicos inducidos por las drogas o el alcohol. La música electrónica tiene sus raices más profundas en los tambores tribales. Y desde luego tienen el mismo efecto en la gente. Invocando a dioses en los que ni siquiera creen, gritan y alzan los brazos, se tocán, rien, pierden la noción del tiempo y el espacio... creen ser libres.


Y ellos? los artífices de todo esto? los discjockeys tienen contratos millonarios con las discográficas, hacen giras mundiales, ganan cantidades insultantes de dinero y viven la vida al más puro estilo "rock". Otra vez sexo, drogas y excesos. Otra vez jóvenes encumbrados como dioses. Cómo Superman se transforman en superheroes cuando se meten en la cabina. Es entonces cuando son capaces de controlar las mentes de miles de personas. Les hacen bailar y sudar durante horas sin parar. Aplauden y silban cada show y se van a casa chorreando en sudor intentando enfocar pensando en donde seguir bailando.


Todo visto desde una mirada poética, claro... Siempre hay otro punto de vista... ¿cuál es la percepción de una persona que no ha experimentado nunca con las drogas y no le gusta la música electrónica? Sin ninguna duda te dirá que están todos locos. No entenderá de ninguna manera nada de lo que pase allí. Lo único que verá son gente mareada, mandíbulas desencajadas, falsos amigos de dos segundos que te abrazan y te dicen cosas que no entiendes y se ríen. Música estridente sin pies ni cabeza que no pueden tararear mientras toman tranquilos un cubata en la barra.

La verdad es que nada de eso importa, lo importante es darse cuenta de que la gente necesita liberarse, deshinibirse y hay muchas maneras de hacerlo... la cuestión, en mi opinión, es no olvidarse nunca de quién eres y donde estás. Que la música no es la excusa para drogarse y que las drogas no son el vehículo para salir de la rutina. Que es muy fácil que las drogas sean tan rutinarias como levantarse para ir a trabajar. Que hay que disfrutar de la vida y de lo que te ofrece, sin excesos, sin prisas...

Aunque eso signifique no vivir el "rock & roll life style".

Y para muestra... un video...



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