viernes, 11 de julio de 2008

Humo negro:

Me han añadido humo negro en la sangre no sé para qué. El sudor recorre mi cuerpo y el dolor me hace obstinar en imágenes recurrentes.
Una mano gigante me coge, pero me deshago entre sus dedos tras la licuación transparente y azul de mi cuerpo.
Mi madre se acerca y su cara se transfigura en varios seres. Pido ayuda al hombre invisible.
Mi cabeza explota y se descompone en cien mil palomas que revolotean hasta el umbral del dolor.
Me ahogo en una piscina de sufrimiento empujado por el deseo fisiológico.
Mi miedo se agota por el esfuerzo.
Mi vida se cansa de pensar.
Corazón no mima.
Despierta.
Duerme.
Ríe.

Mr.X. dormido.

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