miércoles, 9 de abril de 2008

2.123:

Nunca pensé que viviría tanto como para verlo. Recuerdo que cuando era joven ya se hablaba de que viviríamos muchos más años, pero de eso ya hace más de 100 y aún sigo aquí. Tampoco pensé que tardaría tanto en hacer este viaje, pero ya estoy sentado en mi asiento, el 13. Es un sueño que tengo desde que era pequeño. Entonces parecía que los viajes espaciales serían algo frecuente en muy poco tiempo, pero lo cierto es que hasta hoy no se han popularizado.

A través de la estructura semitransparente de la nave puedo ver como la bóveda celeste va ganando oscuridad hacía un azul intenso mientras ganamos altitud. Un rápido fundido a negro pingado de estrellas y la extraña sensación de levedad que siente mi cansado cuerpo me dicen que ya está, que lo he conseguido. Hace años que lo daba por imposible, pero aquí estoy.
Mis ojos encharcados en lágrimas distorsionan la visión estelar como si viera el universo desde el fondo de una piscina. Tantos años y al fin se ha cumplido. La losa de mi alma se evapora al ver que ya no me queda nada más por hacer.

De repente, algo va mal. Se ha oído una explosión. Gritos, pánico, fuego sale por los respiraderos. Algo me golpea.
Veo entonces pasar mi vida entera a frente. 153 años de alegría y de tristeza. El claustro de una escuela, un verano en Super 8, el calor de un gran evento, la juventud en una cajita de plata, los primeros amores, sufrimiento, alegría, trabajo, el progreso derrumbándose, el cambio climático, sed, hambre, música. Todo concatenado en décimas de segundo y de nuevo, fundido a negro.

3…2…1…: Se encienden las luces. Estoy en aquel cine.
A mi derecha y a mi izquierda ya no hay nadie. Empieza a hacer frío. Siento una presencia a lo lejos, detrás de mí. Vuelvo la cabeza y lo veo, junto a la puerta. Un hombre con escafandra. Me levanto y camino hacia él, lentamente. Siento su respiración y la mía. Mi cara se refleja en la superficie espejada de su casco. Su respiración y la mía son la misma.
Abre el casco: soy yo.
-Y ahora, ¿hay algo más que quieras saber? – pregunta.

Sus facciones coinciden con las mías, pero las arrugas de su rostro me dan la respuesta a su enigmática pregunta y respondo:

-No.

Nos abrazamos.
En la pantalla, la imagen de un cielo estrellado calma todas mis ansias mientras el fuego va devorando lentamente la tela. La sala se va llenando de humo y el sueño se va apoderando de mí.

El círculo se ha cerrado.

En Oeiras a 9 de Abril de 2.008.

Mr.X. Algo más que paranoias.

David Bowie- Space Oddity Original Video (1969)

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