lunes, 21 de abril de 2008

13 gatos negros:

Yo tenía trece gatos negros que llevaban gafas de pasta. Todos ellos se creían furos y me arañaban cuando les intentaba acariciar pero lo que no sabían los felinos es que eran en verdad perros astigmáticos, porque las gafas tenían unos cristales que les deformaban su realidad canina. Yo les tiraba agua cuando estaban todos juntos y en vez de revolverse, se fundían y se convertían en un bello perro-pantera negro de tres metros de altura. Lo bonito era cuando finalmente conseguía acariciar al perro. Se le salían los ojos de la emoción y comenzaban a elevarse hacia el cielo cuales globos aerostáticos, con los 13 gatos colgados en sendas cestitas de mimbre y yo, entretanto, me quedaba en la mano con una bella e inusualmente negra piel canina. Una piel de perro-pantera sin colmillos con la que me tapaba y dormía toda la noche oyendo como los gatos desde las estrellas maullaban y sorbían dry Martinis por una pajita, sentaditos en sus sillitas de sky blanco, mientras Ghandi ronroneaba desde su colchoneta lunar.

Things are getting surrealist, por la gloria de mi madre.

Mr.X. Asientos en cuero.

The Rolling Stones - Moonligt Mile.