martes, 6 de noviembre de 2007

Mata a tu jefe2:

Después del éxito de “Mata a tu jefe” y al saber mis lectores que no lo mate realmente, muchos de ellos, con sus llamadas al 900 de Kittlab y sus esemeses al 9696 (la primera y la última cifra de este número no están disfrutando nada) me han obligado a dar noticia del destino final de mi jefe.
He de decir que no pasó nada de especial, sin embargo, comentaré brevemente su recorrido por si fuese de interés:

Mi jefe siguió hinchándose en el interior del coche, de tal manera que me vi obligado a detonar la escotilla pirotécnica que traen todos los Megane en el techo (¡¿Qué tienes un Megane y aún no la has encontrado?!) siendo expulsado el voluminoso cuerpo de él y ascendiendo lentamente mi jefe cual Zeppelín hacía las capas altas de la atmósfera. Anduvo escalando altitud durante unas horas y cuando llegó al límite de la presión, flotó a la deriva durante meses hasta que una golondrina con pico de avestruz (no el ave, sino una barca voladora del puerto de Barcelona) le pinchó, provocando que mi jefe saliese disparado a chorro estratosférica y extraterrestremente, realimentándose su impulso por mecánica celeste con ayuda de la luna, la pruna vestida de dol, y lanzado directamente contra Marte donde sus nalgas hicieron de paracaídas y el aire negativo que le quedaba dentro hizo de su cuerpo un perfecto Airbag que paró el golpe de la reentrada.
Mi jefe es ahora feliz y tiene un puesto de periódicos en Marte en el que pone a disposición del cliente un sólo producto, que no es otro que el tal periódico que leía ensimismado en el interior del coche pero, como en Marte no hay nadie, el stock de periódicos está garantizado en aquel planeta hasta que lleguen los americanos en 2.020.

En cuanto a la golondrina, ésta lleva puesta la corbata de mi jefe en uno de sus amarres.

Mr.X. 1.000.000 de años luz, tres mil Tr$illones de causas y yo sigo matando a mi jefe todas las mañanas.

Nada más.

Música: Ringo Star - You are sixteen

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