miércoles, 25 de abril de 2007

25 de abril de 2007.


Con el recuerdo de un despertar revolucionario en Lisboa, ocurrido hace ahora 33 años al son del folclore regional, amanece hoy el parlamento portugués a la sombra de tal evento, celebrando una sesión conmemorativa en la que los portavoces de los distintos grupos parlamentarios deslucen la memoria de aquel hito con sus discursos. Unos denunciando la voracidad del capitalismo liberal, otros magnificando las consecuencias del período oscuro que siguió al 25 de Abril y todos, convirtiendo el acto en un mero ritual que con cada nueva celebración deja más vacía y huérfana de contenido a esta efeméride.

Los rojos claveles que decoran el salón de plenos visten de gala el lugar de tal manera que sirven, más bien, para caricaturizar el recuerdo de una jornada histórica en lugar de resucitar en modo alguno, fervores revolucionarios.

En este contexto, sorprende el discurso del PR (Presidente de la República), Sr. Cavaco Silva, que llama a la reflexión sobre el sentido de este acto que se repite anualmente sin cambio o novedad alguna. Le sirve este punto de crítica para traer el siguiente a la palestra, que no es sino la reflexión sobre el significado que puede tener para los jóvenes nacidos después de 1.974, este acto memorial tan denso. Habla el PR de las expectativas de futuro que le sugiere una pléyade de jóvenes preparados que aguardan en recámara su momento pero habla, también, de la lógica desilusión que impera en nuestro tiempo y que los de mi generación a buen seguro comprenderán.

“Los de mi generación”, los que nacimos después de dictaduras, democracias, revoluciones, “mayos del 68”, “claveles del 74”, encantos y desencantos, hijos de las épicas pero también ebrias, noches revolucionarias que disfrutaron nuestros padres y que lloraron después; no llegamos nunca a comprender a nuestra progenie, ni llegamos a compartir sus eslóganes. Nacimos en un mundo con música y letra de los 80, empleo precario y trabajo abnegado en los 90 y falta de perspectivas en el 2000. Tenemos, quizá, más sentido crítico que nuestros padres y nos falta, probablemente, el empujón de iniciativa que da el ideal de la utopía.

Volviendo a los discursos, el Sr. Cavaco ha cerrado el suyo, sin embargo, con una llamada a un cierto optimismo realista y pide a la juventud que no se resigne ni se conforme. La verdad es que muchos de nosotros ya venimos “conformados” de fábrica y es difícil cambiar, pero estoy convencido de que gran parte de nosotros, si bien conformes, no nos resignamos a que determinadas cosas sigan igual o vayan a peor.

Ya quedó demostrado que no se puede cambiar el mundo en una noche, pero unos cuantos pequeños actos de rebeldía cotidiana pueden marcar la diferencia entre la resignación y el civismo. No es momento de grandes revoluciones, sino de revoluciones individuales y este texto podría ser perfectamente, en su modestia, una de ellas.

Para terminar quiero aportar mi granito de arena con un consejo personal que quizá sirva de ayuda a aquellos que sientan incomodo o rubor ante determinadas situaciones a las que el mundo actual nos enfrenta. Este consejo se basa en una vieja idea tantas veces expresada por grandes voces de éste y de otros tiempos, pero que a menudo hay que repetir para que no se olvide: Intenta cambiar algo de lo que te rodea.

Si todos hacemos lo posible para cambiar algo que no nos gusta de nuestro entorno, acabaremos por ir cambiando lentamente el todo. Los modos de pensar pueden crear costumbres pero cambiando nuestras costumbres también podemos crear estados de ánimo y reformar viejas formas de pensar.

Siguiendo este consejo, podremos seguir siendo igual de infelices pero por lo menos lograremos tener la conciencia más tranquila. Quizá podamos ser sólo carne de cañón pero eso supone, a la vez, ser el caldo de cultivo y la escuela para grandes hombres y mujeres que habrán de venir a revolucionar de nuevo todo lo establecido y todos sabemos que si el caldo es bueno, la sopa sale mejor.

Mr.X. 25 de abril siempre.

2 comentarios:

Unknown dijo...

La cosa esta clara. Si todos tuvieramos conciencia habria cambios radicales en la conducta de los jovenes. Pero mucho me temo que "pepito grillo" se congeló junto a Walt y que la gente mata su "vocecilla" los viernes por la noche en una feria de vanidades y alcochol. Si, es el momento. Actua! no te dejes pisar! se mas fuerte!

KITT & MrX Vs generaciones de perros

Mr.X. dijo...

Ojo! A veces hay que matar a la falsa vocecilla con mucho alcohol y cinismo, para oir las auténticas razones que una voz más leve, casi inaudible nos sugiere.

Atentos. La verdadera voz tiene la respuesta. No te vendas.